domingo, 6 de noviembre de 2011

De empanadas y saldos

Esta es una historia que sucedió hace aproximadamente un año, en el mismísimo Colegio Yariguies. Todo empezó como comienzan las grandes historias: Sucede algo nuevo que "favorece" al protagonista (El protagonista soy yo.) En este caso lo bueno fue el permiso de mi mamá para abrir una cuenta en la cafetería del colegio y consumir a mi gusto, por supuesto, con cierto control, fue lo primero que me advirtieron.

En fin, fueron pasando los días, comencé a pedir compulsivamente, en las dos jornadas... no imaginan la cantidad que puede consumir este delgado muchacho. Cada vez la cuenta crecía y crecía, y yo, en parte lo sabía, pero nunca le di importancia, pensé en que con el dinero que ganaba reparando algunos computadores podría pagar una parte y mentir acerca del verdadero valor de lo consumido. Llego el día, fin de mes, la encargada de la cafetería pasa el papel en el que se detalla lo consumido, cuando lo abro y veo todo lo que había consumido casi me caigo. Mi cuenta pasaba los 120.000, EN UN MES, pero eso no fue lo peor, aquel respaldo que yo "tenía" en realidad... no estaba allí. No había ganado lo suficiente reparando computadores como para bajar el valor a algo aceptable por mi mamá. Intenté desesperadamente conseguir dinero, pedir prestado, pero nada era suficiente. Con el pasar de los días mi mamá encontró el papel en el que se detallaban los consumos y decidió pagarlo ella, pero no fue tan fácil, mi castigo fue cancelar el permiso de la cuenta y atenerme a lo que ella me diera a diario.
De esto aprendí que si hubiese tenido cierto control, si hubiese tenido algo ahorrado y si hubiese sido honesto con mi mamá desde un comienzo todo habría sido mejor. Quizás mi mamá me hubiese entendido y me hubiese dado una oportunidad para mejorar eso. Es mejor decir la verdad, después de todo, nuestros padres son quienes en realidad nos respaldan en todo.
 
Escrito y enviado por Danilo Osorio Flórez el Viernes, noviembre 4, 2011 6:46 P.M.

1 comentario:

  1. Danilo: Excelente post escribiste; sabes despertar el interés del lector y tienes una nota de humos en tu redacción. Tienes razón: el autocontrol y la honestidad, de alguna manera, están ligadas en la vida. Felicitaciones.

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