viernes, 4 de noviembre de 2011

La Semilla Infértil

Hubo una vez un emperador que convocó a todos los solteros del reino, pues era tiempo de buscar pareja a su hija.  Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo:
"Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros. Al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta".

Había un joven que plantó su semilla, la cual no germinaba. Mientras tanto, todos los demás jóvenes no dejaban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.
Se cumplieron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas.  Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló el último hacia el palacio con su maceta vacía. Todos los jóvenes presumían de sus plantas y al ver a nuestro amigo saltaron en risa y burla. En ese momento el alboroto fue interrumpido por la llegada del rey.
Hicieron sus respectivas reverencias, mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.  Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía, atónitos.
Todos esperaban la explicación de aquella acción.  El rey dijo entonces:
"Éste es el nuevo heredero. A todos ustedes se les dió una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, leal y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece". 
Moraleja: Siempre hay que hablar con la verdad, al final nos dará buenos frutos.

1 comentario:

  1. Carlos Alberto: Muy bella y sorprendente la historia del rey que quería casar la hija; has escogido una excelente historia para ilustrar el valor de la honestidad y la importancia que tiene, aún, en el gobierno de lo público. Felicitaciones!

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