Hoy nos preguntamos:
¿Qué es el respeto?
En general, el respeto es un valor comunmente aceptado en nuestra sociedad, cuyo significado viene del latín respectus que tiene dos raices; la primera es re que significa más o menos volver y, la segunda, spectrum que corresponde a mirar, es decir, volver a mirar.
En este sentido, respeto significa no quedarse con la primera mirada sobre algo, revisar la primera idea que nos hacemos de algo y volver a mirarlo; esto es, prestar atención o consider algo seriamente.
Aunque es muy interesante esta etimología, pareciera algo distante del significado que hoy en día le damos a la palabra respeto.
Ahora bien, ¿De dónde procede la palabra considerar que está usualmente asociada al respeto?
Viene del latín considerare, también compuesto de dos palabras latinas: con que se acerca al significado moderno de junto, y sidera que puede significar estrella o astros; así, considerar sugiere el significado de "consultar en su conjunto la posición de los astros", lo cual, en términos de nuestro tiempo, equivale a "examinar cuidadosamente un asunto y reflexionar detenidamente sobre él". También puede significar "pensar, meditar, reflexionar algo con atención y cuidado".
Uniendo los significados etimológicos de respeto y de considerar, podemos afirmar que el respeto es un valor que permite reconocer, aceptar, apreciar y valorar, en su conjunto, todas las cualidades de la persona, sin dejarnos llevar por la primera percepción que tenemos ella.
Aunque mucho se predica el respeto, como un valor fundamental para las relaciones interpersonales armoniosas, también es cierto que muchas personas coinciden en afirmar la falta de respeto que se aprecia en la actualidad.
Preguntémonos, ¿Cómo se vive o se manifiesta el respeto?
La persona que ha desarrollado la virtud del respeto, actúa así: "Actúa o deja de actuar, procurando no perjudicar ni dejar de beneficiarse a sí mismo ni a los demás, de acuerdo con sus derechos, con su condición y sus circunstancias".
Expliquemos los términos de esta definición:
Actúa o deja de actuar: de acuerdo con las circunstancias, la persona elige actuar o abstenerse de actuar.
Procurando no perjudicar: en su decisión de actuar o no, pesa mucho el hecho de buscar que nadie se perjudique con su actuación.
Ni dejar de beneficiarse: también pesa mucho la intención de obtener un beneficio claro.
A sí mismo ni a los demás: evitar el perjuicio o lograr el beneficio, no sólo para ella, sino para todos aquellos que pueden resultar afectados o beneficiados.
De acuerdo con sus derechos: mirando y respetando siempre los derechos de los demás y, por supuesto, los propios.
Con su condición: contemplando, además, la condición de cada persona, esto es, sexo, edad, jerarquía, etc.
Y sus circunstancias: la situación, el lugar y el momento particular que se vive, siempre son tenidos en cuenta para decidir si se actúa o no, por parte de la persona verdaderamente responsable.
Tenemos que poner de moda el respeto, comenzando por nosotros mismos.
¿Crees que el respeto realmente conducen a la confianza y transparencia en los negocios?
