Hace algunos años, el padre de mi hija tubo una situación bastante difícil, pero salió victorioso de esta.
El se desempeña como taxista y una vez recogió a un señor estrato 5 de Barrancabermeja; el señor se subió al taxi y junto con él traía un maletín, casualmente le sonó el celular y él contesto.
Se entretuvo hablando mientras llegaba al sitio de destino, cuando se bajó del taxi olvido el maletín.
El padre de mi hija no se dio cuenta al instante, solo cuando otro pasajero se subió y le dijo que atrás iba un maletín, el taxista lo cogió y siguió trabajando, cuando termino el turno se fue para la casa y allí reviso el maletín, dentro de este había una suma de dinero alta, él se puso nervioso, pero después revisó bien el maletín y encontré una dirección, al siguiente día fue a esa dirección y encontró al señor del maletín.
El señor estuvo gratamente agradecido por el acto del taxista y le dio una buena recompensa.
Mi conclusión se remota primero a la acción no sólo del taxista sino del otro pasajero, porque si hubiera querido quedar con el maletín, lo hubiera hecho, pero en cambio le aviso al taxista y la otra buena acción fue la de este, de buscar al dueño del maletín y devolverle el dinero, quizá sin esperar una recompensa la recibió y le fue de mucha ayuda, pues tenia algunas necesidades financieras.
Las personas que obran de buena manera reciben premios, pero en cambio las personas que no lo hacen tienen que sufrir las consecuencias.
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Sandra: Muy valiosa tu reflexión; la honestidad hay que llevarla a la calle y actuarla en cad momento de nuestras vidas. Si hacemos una cadena de acciones honestas, nuestra vida y sociedad, mejorarán. Felicitaciones!
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