Un día cualquiera del año 2006, una de mis tías fue a un banco en Barrancabermeja para cambiar un cheque por una gran suma de dinero. Como tenía mucha prisa recibió la plata y sin contarla la guardó en el bolso y hasta cuando llegó a su casa, al medio día, se dio cuenta que la cajera, que era una empleada nueva, se había equivocado dándole una cantidad superior a la que correspondía. De inmediato pensó que esta equivocación le podía costar el puesto a la cajera ya que ella estaba en periodo de prueba y además le iba a perjudicar económicamente porque cuando una cajera se descuadra debe pagar con su salario el valor de dicho descuadre.
Al mediodía cuando la cajera revisó las cuentas se angustió demasiado al darse cuenta de que le faltaba mucho dinero y le contó este problema a su compañera describiéndole a la única señora a la que le cambió un cheque de alto valor. Ante esta situación, su compañera, que era una empleada de mayor antigüedad, y que identificó a mi tía por la descripción, le dijo: “Tranquila no te preocupes, cuando ella se dé cuenta vendrá y te devolverá el dinero, te lo digo con toda seguridad”. Al iniciar la jornada laboral de la tarde, mi tía entró al banco para devolver a la cajera el dinero que le había dado demás, ante lo cual la cajera agradeció elogiando su honestidad y diciéndole que su compañera había hablado con la verdad al asegurar que el dinero iba a ser devuelto.
Esta anécdota nos permite reflexionar sobre la honestidad como un valor que nos otorga la capacidad para elegir siempre el camino correcto en nuestra vida atendiendo las siguientes condiciones:
- Actuar siempre con base en la verdad, por esta razón en la anécdota referida no hay posibilidad de recibir una cantidad de dinero diferente al valor exacto escrito en el cheque.
- Actuar con base en principios y valores dando prioridad al bien común, tal como se ilustra en este caso, no hubo duda en devolver el dinero ajeno porque al quedárselo se afectaría a otra persona.
En recompensa, la elección de la honestidad, como una opción de vida, nos ofrece las siguientes ventajas:
1. Genera confianza en todas las personas que nos rodean, como en la situación presentada, la empleada antigua del banco no duda que el dinero va a ser devuelto porque conoce a la cliente desde hace tiempo y sabe de su rectitud.
2. Ser reconocido como una persona que tiene autoridad, a la cual se le puede otorgar puestos de mucha responsabilidad en los que se dirigen personas y se maneja mucho dinero, como en el caso de mi tía que en su vida profesional siempre ha desempeñado este tipo de cargos en todas las empresas en que ha trabajado.
Conclusión, ser honesto vale la pena, ser honesto es la mejor opción de vida.
Luisa Fernanda: ¡Qué bien escrito tu post! Tienes alma de escritora y te animo a seguir haciéndolo cualquiera que sea tu opción profesional. Me gustó que en la reflexión integraste una caracterización de la honestidad y una explicación acerca de sus beneficios. Felicitaciones.
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